Mi querida Anaita, gracias a Dios por ponerte en mi camino. Fuiste de gran bendición para mí desde que nos conocimos y por siempre serás mi hermana del alma, "My Soul Sister" Cuando más necesitaba confiar en alguien y desahogarme en mi adolescencia, ahí, en ese preciso momento te puso Dios en mi camino. Listas las 2 para conquistar el mundo, llenas de sueños y alegrías. Uno de los seres humanos más humildes que he conocido, sencilla, dulce, rebelde, luchadora, alegre y sobre todo con alma libre. Cuantas memorias me dejas, cuantas lecciones... Recuerdo siempre pedirle a Dios ponerte en mi camino de nuevo, pasamos tanto tiempo sin saber una de la otra y ese día, cuando me llamaste llore de felicidad. Mi esposo me miraba con cara de pregunta y le dije "es que la encontré" él inmediatamente supo que eras tú, ya que siempre le hablaba de ti y sabía cuanto le pedía a Dios el volver a vernos de nuevo.
El terreno que compraste en mi corazón, permanecerá lleno de tus recuerdos, nuestras travesuras y tus ocurrencias. Ahora aveces me detengo un momento cuando algún recuerdo me llega y me rio, y sí, aveces me rio a carcajadas mientras lágrimas recorren mi rostro recordando nuestra juventud. Recordando los días que no cogías la "guagua" y caminabas conmigo a la casa y luego te ibas a piesito para la tuya, para ya a las 2:30 pm estar de regreso en mi casa o yo en la tuya. Mi mamá siempre preguntándonos "pero es que ustedes no se cansan de hablar?" hahaha y nosotras dique estudiando. Tantos recuerdos inolvidables como cuando mi mamá te invito a ir a Los Llanos y tuviste que coger un carrito público pues era la única manera de llegar después de la parada principal... tu cara cuando viste el tremendo carro. Ibas casi encima de mí del miedo que te ibas a salir del carro por los hoyos que tenía... allí en la humilde casa de sus padres disfrutaste de la naturaleza a plenitud.
Son esos recuerdos los que adornaran ese terreno en mi corazón. Nuevamente gracias por ser tú, sencilla, humilde, amorosa, gran amiga, servidora y también protectora. Gracias mil por salvarme de caer en la agonía cuando sentía en mi adolescencia que mundo se me caía encima. Gracias por los consejos pero sobre todo gracias por ser siempre tú y ser mi hermana, mi loquita, My Soul Sister.
